“EL AMOR TODO LO PUEDE”
“No existe limitación más grande que nuestra propia mente”.
En el municipio de Guamal, departamento del Meta, vive una familia llena de grandes virtudes y fortalezas, así como muchas otras propias de esta región del país. Son diez los integrantes de la familia Rodríguez Salazar, entre los que están el padre José Rodríguez y la madre Ángela Salazar; juntos en compañía de sus ocho hijos: Diana, Carolina, Víctor, Jeisson, Katherine, Geraldine, Dayana y Eliana, han forjado un hogar lleno de amor, respeto, empatía y solidaridad.
Cada uno de sus hijos, fueron concebidos desde el amor de la mano con Dios. Sin embargo, el día 17 de noviembre de 1993, llegaría a este mundo su hija número seis, la pequeña Geraldine, quien les demostraría a los Rodríguez Salazar, que este “Amor” supera todas las barreras y obstáculos que en la vida se presenten.
Geraldine, nació sin sus extremidades superiores
Las inferiores presentan deformación, su diagnóstico médico señaló que vendría al mundo con el síndrome conocido como Amelia, que es una malformación congénita que se caracteriza por la falta de uno o más miembros, sean superiores o inferiores; el cual, se presenta en una persona por cada mil.
Esto no ha sido un impedimento en ninguno de los aspectos de su vida para Geraldine, ni su familia, donde sus hermanos a través del vínculo fraterno único y propio de las familias, se convirtieron en ese apoyo y empuje para disfrutar de sus actividades de la niñez y su juventud.
Actualmente, varios de sus hermanos cumpliendo la mayoría de edad han construido sus propias vidas, creando sus propias familias, replicando los mismos valores y virtudes con la que crecieron. En el seno del hogar, continúan sus padres junto con Geraldine y una de las hermanas más pequeñas, con quien comparte cada día y se convierte en su compañera de aventuras.
Con el paso de los años, su padre José Luis, trabajador en la construcción y su madre Ángela, ama de casa, junto a su hija quien aún los acompaña en casa, han logrado recrear un mundo lleno de sueños y fantasías para Geraldine. Con escasos recursos y limitaciones económicas, la imaginación e ilusiones permite a la familia Rodríguez Salazar forjar un entorno armónico y seguro para su hogar.
Hoy, Geraldine cuenta con 29 años de edad
Pero su razonamiento intelectual se asemeja a la de una pequeña de 12 años. Día a día, su desarrollo ha demostrado una capacidad artística sublime, donde por medio de su boca y con ayuda de su pie izquierdo plasma ideas y pensamientos en lienzos con lápices, colores y pinturas. Algunas de sus obras, son el mayor regalo para sus padres y hermanos quienes han encontrado en ella, una motivación excepcional en la vida.
A través de sus ojos y movimiento, la comunicación sería mayormente comprendida por su señora madre, quien identificó cada una de las necesidades e ideas de Geraldine. Con sus gestos, se logra dar a entender; pero desde el momento en que comenzó a brindar las primeras palabras, su mundo se expandió dando a conocer sus sueños, y sobre su patineta, nos comparte uno de ellos: conocer la labor de un miembro de la ley y el orden, un Policía.
En su natal Guamal, Geraldine se ha convertido de un referente para todas aquellas personas que la conocen, ya que participa en actividades lúdico recreativas del municipio, sin dejar a un lado su pasión por el arte, y a paso sobre su patineta, se suma la música llanera, típica de esta región, y que, con su instrumento favorito: las maracas, demuestra a más de uno cómo se debe tocar.