La Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya, le puso fin a los intereses de Nicaragua de extender su plataforma continental más allá de las 200 millas náuticas en detrimento de la soberanía colombiana en el mar.
Esto significa que Colombia mantiene todos sus derechos sobre la plataforma continental, donde se pueden encontrar reservorios de petróleo y gas.
Aunque no estaba en riesgo la zona económica exclusiva de Colombia, que es el área donde el Estado puede administrar los recursos naturales, adelantar investigaciones científicas, pescar, entre otras actividades, el fallo sí implicaba un riesgo para el país porque la plataforma continental nicaragüense se hubiera extendido por debajo de la zona donde se desarrollan esas actividades.
Lo que el régimen de Ortega buscaba era acceder a todas las riquezas extendidas en el subsuelo del área que disputaba, más que extender el territorio de Nicaragua.
Los antecedentes se remontan a 2001, cuando Nicaragua presentó formalmente una demanda reclamando soberanía sobre San Andrés, Providencia y Santa Catalina.
En noviembre de 2012, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) confirmó la soberanía colombiana de siete cayos cercanos a las islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, pero le dio a Nicaragua una porción de mar mayor de la que tenía anteriormente.
El veredicto final de la CIJ es que Nicaragua no puede extender su plataforma continental más allá de 200 millas náuticas que delimitan su frontera con Colombia. “La Corte, por 13 votos a 4, rechaza la petición de la República de Nicaragua”, precisó Joan Donoghue, jueza y presidenta del Tribunal.
Tomado de www.infobae.com